¡Arrecha!

CANARISMOS

¡Arrecha!

Luis Rivero 02.12.2017 | Suplemento Cultura del diario La Provincia/DLP

Si usted es de Telde o conoce a algún teldense, seguramente habrá usado -o escuchado- más de una vez la expresión: arrecha. Se trataría de un modismo local de origen incierto. Se inserta en la conversación como una muletilla que obedece con versatilidad a significados diversos. Dependiendo del contexto toma un sentido u otro, con sutiles diferencias entre ellos. El arrecha puede expresar duda o cierta incredulidad (similar a la expresión: “¡venga ya!), cuando no incredulidad absoluta (“¡échate otra!”); intrascendencia o candidez ante lo que escuchamos (con el valor de: “mira tú, que bobería”). Como exclamación puede expresar asombro o rechazo a lo dicho (equivaldría a un “¡vete por ahí!” o “¡jíncate un tuno!”). También puede expresar sorpresa -con valor positivo- de lo que ha sucedido o de lo que acabamos de enterarnos en ese momento: ¡arrecha!; del mismo modo puede tener también un valor negativo. Valga el ejemplo: “Chacho, ¿te enteraste de que cerró el cafetín de Buenaventura?” “¡Arrecha!” (sorpresa negativa e incredulidad que equivaldría a algo así como: “¡qué me estás diciendo!”) O en tono más laxo: “Arrecha, ¿ahora te enteras?”. Puede tener también un uso como reproche o desplante frente a alguna aseveración, con cierto tono de burla o socarronería; aquí el “¡arrecha!” equivaldría al “¡arráyate un millo!”, y expresiones similares.

En Canarias el verbo arrechar hace referencia a cuando el macho (cabrío), el carnero o el toro muestra el impulso de cubrir a la hembra. El significado de arrechar como sinónimo de excitarse sexualmente, referido también al hombre, coincidiría con una de las acepciones recogidas en el Diccionario y que encontramos también -además de en Canarias- en el Caribe, en América Central y en Sudamérica. Pero el uso de la expresión aquí referida se aparta totalmente de tal significación.

Si bien parece tener presencia casi exclusiva en Telde, su significado literal y procedencia no resultan tan claros. De entre las diversas acepciones que recoge tanto el DRAE como el Diccionario de Americanismos, el arrecha teldense puede guardar una lejana similitud con una expresión coloquial-juvenil venezolana que se usa para referirse a algo espectacular o sensacional. No obstante, es más probable que pueda tratarse de un modismo traído de Cuba. Alguna fuente oral nos confirma el arrecha como expresión usada frecuentemente por los emigrantes que regresaron de Cuba (y canarios nacidos en Cuba) a Telde durante la primera mitad del pasado siglo. Y tendría el mismo valor de la exclamación de sorpresa o de incredulidad que presenta todavía el ‘arrecha’ por estos lares.

Así las cosas, es probable que estemos en presencia de la traslación de un criollismo que ha adoptado un uso singular. A modo de hipótesis: se trataría de un americanismo que llegó a Canarias con aquellas familias teldense que regresaban de Cuba. El modismo habría sido asimilado por la generación sucesiva de hablantes y gozado de buena acogida en la siguiente, siendo incorporado incluso como jerga juvenil de moda a la sazón. Su uso podría haber sufrido algún tipo de deformación semántica al ser adoptado por el argot juvenil como especie de latiguillo del que se echaba mano, sin observar demasiada ortodoxia en su uso, para casi todo: para expresar disconformidad, sorpresa, reparo, enojo…, separándose quizá del significado preciso del criollismo originario. Este uso habría dado lugar -por lexicalización- a una voz isleña con identidad propia. Que es lo que viene a ser este modismo local teldense. El hecho de que el expresión fuera adoptada como argot juvenil de una generación -hoy de puretillas- habría contribuido de manera clave a la implantación y pervivencia de este americanismo en el habla teldense. Pero esta es -digo- sólo una de las hipótesis posibles.