Barco varado no paga flete

CANARISMOS

Barco varado no paga flete

Luis Rivero 09.06.2018 | Cultura La Provincia/DLP

De entre los varios dichos de origen marinero o inspirados en ambientes de los hombres de la mar, este se localiza en algunas islas y al otro lado del Atlántico -al menos, en Cuba- amén de en otros dominios del español donde presenta otras variantes. La expresión “barco varado no gana flete” o “barco parado no paga flete”, según las distintas versiones que se escuchan, recurre a dos términos claves, y potencialmente contrapuestos, propios del argot marinero: “varado” y “flete”. “Varado” es participio del verbo varar y -como es sabido- expresa cuando la embarcación es arrastrada hasta la playa buscando refugio ante las inclemencias meteorológicas, de la resaca o de los golpes de mar. Es sinónimo de estar parada en la orilla del mar, en seco. “Flete”, por su parte, se le llama al alquiler de un barco o navío -y por extensión de otros medios de transporte- y en ambientes marinos y mercantiles, también se refiere al precio que hay que pagar por este alquiler, y por ende se ha hecho extensiva -por metonimia- a la carga que transporta el barco.

Expresiones idiomáticas, metáforas e idiolecto en general suelen estar íntimamente ligadas a la cultura, la ideología y al imaginario colectivo. Así conforman una especie de constructo lexical, elaborado en la praxis, que actúa a modo de moderno “manual de autoayuda”, por recurrir -si se me permite- a una expresión contemporánea al uso.

El dicho en cuestión se recrea en una metáfora propia de la actividad naviera o de la cultura o ambientes marineros, formando parte del elenco de figuras alegóricas que recurre a oficios artesanales y actividades humanas o económicas para expresar cualidades, actitudes y situaciones de la vida cotidiana o del trabajo. Con tales elementos se configura una sentencia de pedagogía elemental que afirma que la inactividad no genera beneficio alguno. Con ello se censuran la pasividad y la pereza, e implícitamente se insta a ser diligentes y “productivos”. No parece del todo casual la elección de la imagen del barco varado para expresar inactividad u ociosidad si se considera además que la simbología antigua -a un nivel elemental- asimila en ocasiones el barco al cuerpo humano.

Son varias las expresiones que recurren a metáforas similares, tales como: “estar en el dique seco” que se refiere a cuando alguien no lleva a cabo actividad ocupacional o laboral alguna, de sólito involuntariamente o forzado por las circunstancias. O aquella otra expresión majorera que dice: “llevar una buena varada” que igualmente echando mano de una locución marinera viene a significar cuando alguien lleva tiempo parado, sin hacer nada, ya sea debido a una enfermedad o a otro impedimento.

El dicho “barco varado no gana flete” puede invocarse en alusión a alguien que “trabaja en la cuerda floja”, es decir, a quien habitualmente “no da un palo al agua” y se entrega pertinazmente a gandulear. En ocasiones puede referirse a una actividad económica en sí misma considerada que se encuentra transitoriamente cerrada o sin producir. Pero también puede predicarse como máxima que con carácter o intención general elogia el trabajo y la actividad provechosa frente a la inmovilidad; y singularmente como reproche a una persona vaga u holgazana en el trabajo. Es decir, a quien se entretiene en exceso con una minucia o labor menor para escaquearse y “hacer argollas”. Aunque también es cierto que a veces puede servir de pretexto al capataz o al patrón para “sacarle el cuero a alguien” (explotar a una persona de mala manera o aprovecharse abusivamente de ella)