El que tiene padrino, no muere pagano

Hubo un tiempo en el que los grandes monoteísmos coexistieron con las llamadas religiones primitivas, periodo en el que los panteones paganos empezaron a ser suplantados poco a poco por los «nuevos dioses». A esta época es a la que –quizá– haga referencia y se sitúe imaginariamente el escenario que sugiere la metáfora que conforma este refrán. El origen de esta paremia habría que buscarlo, más concretamente, en un momento histórico en el que se implantaba la iglesia cristiana en Occidente frente a las «religiones paganas». Este proceso de cristianización forzosa, podríamos decir, arranca con el emperador Constantino hasta bien entrada la Edad Moderna, pasando por los reinos godos de la península, primero, y después por los reinos cristianos unificados y el territorio «recuperado» de Al-Ándalus, con la conversión de mozárabes, moriscos y judíos (judeoconversos). En clara referencia a esta época, aparece una versión del mismo dicho que se registra en la península y que dice: «el que tiene padrino, se bautiza, y el que no, se queda moro» (referida a la conversión de moriscos y mozárabes).

En sentido figurado, el dicho alude a las personas influyentes, de cierta autoridad y de una buena posición social,cercanas a las esperas de poder, que pueden echarte una mano cuando haga falta, así como a los recomendados que se benefician del patrocinio de aquellas. Y esto es precisamente lo que sugiere este registro que en versión isleña dice: «El que tiene padrino, no muere pagano», mientras que su sinónimo castellano se expresa de manera parecida: «quien tiene padrino, se bautiza». (Es de destacar que en las islas se ha adoptado una forma idéntica al proverbio en portugués: «Quem tem padrino nao more pagao», esto es, «el que tiene padrino no muere pagano»).

El dicho pivota sobre dos partes bien diferenciadas, una primera que sienta un presupuesto: «tener padrino», y una segunda parte que establece un resultado: «no muere pagano»; y en el que las voces «padrino» y «pagano» buscan la rima como recurso nemotécnico.«Padrino» [del latínpatrinus, derivado depatris, ‘padre’] en su origen posee una carga semántica religiosa, como institución prevista en la iglesia católica para referirse a la persona que presenta al «ahijado» al bautismo y que asume el compromiso de colaborar con los progenitores en la «educación espiritual» de aquel. De esta suerte de «parentela espiritual» que sitúa al padrino en el estatus de protector y colaborador en la crianza de un ahijado, es probable que por extensión semántica haya derivado en otro tipo de protecciones referida a la autoridad e influencias de quien despliega un trato de favor para obtener algo en beneficio del patrocinado, que es una de las acepciones que del término contempla elDiccionario.

Por su parte, «pagano» viene del latínpaganus, derivado de pagus que significa ‘pago’, ‘pueblo’ o ‘aldea’. De modo que pagano quiere decir’aldeano’, ‘campesino’; de cuyo término deriva «paganismo», referencia que probablemente tiene su razón de ser en la mayor resistencia de los pobladores de los campos y aldeas a abandonar los ritos paganos durante el proceso de cristianización. [Lo que explicaría a su vez la «reutilización» y «consagración» por parte de la iglesia cristiana de lugares «sagrados» del paganismo, tales como cuevas, montañas, rocas, árboles o fuentes, e incluso las propias divinidades paganas veneradas en estos lugares (ya sean masculinas o femeninas)eran sustituidas por sus «homólogos» en la nueva religión, todo ello al objeto de ganar y asegurarse la lealtad de los nuevos fieles]. Lo que en los dominios de la cristiandad serían los ‘gentiles’, que así se llamaba a las personas no bautizadas. Un pagano, pues, se refiere aquí a quien no ha recibido el sacramento del bautismo, que es una de las acepciones que mantiene elDiccionario. Y así se entiende mejor la diferencia formal entre la parte conclusiva del dicho en su versión castellana («se bautiza») y la empleada en las islas («no muere pagano»), es decir, «no muere sin bautizarse». Todo ello para expresar que el que está bajo la protección de una persona influyente («tiene un padrino»), con buenos contactos y conocencia para ayudar a que salga adelante el protegido («ahijado»), ese «no muere pagano», y tengan por seguro que no se queda desamparado, ya que se le abrirán muchas puertas y no le faltarán las recomendaciones para enchufarlo donde haga falta, y, en definitiva, no quedará «huérfano». Pero igualmente se advera a veces, como dice el antónimo del mismo refrán, que «el que no tiene padrino, [ese] muere pagano», porque como se suele decir, «algunos nacen con estrella y otros estrellados».