Juan Jiménez, poeta

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juan jimenezJUAN JIMÉNEZ, poeta carrizaleño.

Juan Jiménez Santana nació en El Carrizal (en el barrio de La Plaza) t.m. de Ingenio, en el año 1940. Comenzó los estudios de Comercio en Las Palmas de GC que abandonaría sin terminarlos. Con posterioridad, marchó a La Laguna donde cursaría estudios y se licenciaría en Historia por esta Universidad.
A principios de los 60, siendo todavía muy joven, Juan Jiménez, participó en un recital de poesía organizado en la Sociedad La Fraternidad del Carrizal, donde leyó algunos de sus poemas. El mundillo intelectual y literario de la época en Las Palmas se hizo eco de las maneras poéticas de este joven carrizaleño. Y desde entonces comienza a hablarse de él como ‘el poeta Juan Jiménez’.
Aunque su familia continuó viviendo en el pueblo, Juan Jiménez marchó de El Carrizal siendo todavía joven. Pero en su obra no se olvidó del pueblo que le vio nacer.
Autor de los poemarios: “Canción necesaria con María C.” (1966), “Y no es por el peso del sol porlo que cae” (1968), “Itinerario en contra” (1980) que recopila toda su obra poética hasta entonces, y Epigramas (1995), editado por el Gobierno de Canarias, se enmarca en su última etapa poética.
Juan Jiménez es considerado uno de los poetas más sobresalientes de la lírica canaria de la segunda mitad del siglo XX. Así lo dice la crítica más autorizada. Y nosotros, sin caer en excesos chauvinistas por la afección a este terruño, podemos decir que Juan Jiménez está entre los mejores poetas que “parieron” las islas en el pasado siglo. Y como tal viene reconocido en distintas antologías de la poesía canaria. Sin embargo, se da la paradoja, que Juan Jiménez es un perfecto desconocido en su pueblo (donde tan sólo el rótulo de una calle, le recuerda). Es un claro ejemplo de la veracidad de la máxima de que nadie es profeta en su tierra.

Su segunda obra, “Y no es porel peso del sol por lo que cae” (1968), es un canto a las tierras del sur de Gran Canaria, a su Carrizal natal y a sus hombres y mujeres. (Un libro,por cierto, que aconsejamos leer a las generaciones más jóvenes que quieran conocer, a través de la poesía, el “clima” de esta época en el sur de Gran Canaria).
A Juan Jiménez se le ha puesto como ejemplo de honestidad intelectual. Hombre que siempre huyó del mercadeo institucional de la cultura. No se dejó sobornar por promesas ni por halagos ni por subvenciones procedentes de las sedes palaciegas. Juan Jiménez se mantuvo siempre fiel a sus principios, durante la dictadura franquista (en la que tuvo algún que otro contratiempo por razonesde “pensamiento”) y en la posfranquismo. Cuando consideró que no tenía nada másque decir, guardó silencio y desapareció de la “escena pública”. Lo que ha sido valorado por muchos como ejemplo de consecuencia e integridad intelectual.

La obra de Juan Jiménez es sobre todo una obra minuciosa. Jiménez es una artesano de la palabra, que elabora sus versos con mucho tiempo y cuidado,sin prisas por publicar. De hecho, a lo largo de toda su vida sólo ha publicado los cuatro títulos mencionados. Aunque sabemos de, al menos, un poemario inédito de su primera etapa. Juan Jiménez es un poeta comprometido con la realidad social y cultural que le vio nacer y donde creció, su Carrizal natal y ‘las tierras del sur’ de sus primeros versos. Pero su obra posee también una vocación universal que trasciende de su entorno inmediato y puede ser trasladada a cualquier punto de la realidad sociopolítica de aquel momento. Su lírica es de compromiso, de denuncia, pero al mismo tiempo es rigurosa en las formas y en el buen hacer literario. No obstante la época que le tocó vivir, sobre todo en la primera parte de su obra (Canción necesaria con María C. (1966), Y no espor el peso del sol por lo que cae (1968)), no cae en la tentación del lenguaje panfletario, fácil e inflamable. Cultiva los contenidos, pero también la belleza del verso. He aquí la grandeza de su obra.

Hemos seleccionado uno de los poemas del libro:
No es por el peso delsol por lo que cae.

A golpes de mochazo el sol, ardiendo.
A pasos de barranco el sol ardiendo.
El camino lleno de sol,
el patio lleno de sol,
el mundo lleno de sol,
mis hermanas llenas de sol,
las manos
llenas de sol
no pueden
más;
ramírez tristes,
estupiñanes tristes,
milanes tristes, sánchez tristes,
cabreras tristes, santanas tristes,
el sol ardiendo sobre la tierra blanca
de la mesa.
Más no sufras no obstante, muerto bueno.
Desde hace cientos de años esta tierra levanta
un muro con tu sombra.juan jimenez