Sarna con gusto no pica

Luis Rivero en suplemento Cultura La Provincia/DLP sábado 26.01.19,

Aunque se trata de un dicho común en la generalidad de los dominios del español en el mundo, lo escuchamos a menudo en Canarias y –hasta donde sabemos– es también usual en el Caribe. Viene a significar en sentido figurado que las fatigas, el malestar o las penalidades como consecuencia de una situación o de una obligación, cuando la asumimos de manera deseada o voluntaria, las soportamos mejor. A menudo se remata la frase con la réplica:  «pero mortifica». Es decir, que no obstante sobrellevar las cosas sin agobios, puede suponer cierta molestia o inquietud. 

            La sarna como se sabe es una afección cutánea causada por un parásito que se caracteriza por provocar una picazón persistente en el individuo que la padece, con una necesidad compulsiva de rascarse. Tiene aquí el valor figurado de una situación de dificultad considerable, de extrema dureza o severidad;  de ahí la hipérbole utilizada en forma comparativa: «ser más malo que la sarna», para referirse a una persona o a algo ruin y dañino.

            La locución adverbial «con gusto» expresa que no hay disgusto, que cuando las cosas se hacen con ganas y son libremente aceptadas o buscadas, no se cuentan las horas que se le dedican ni pesa el esfuerzo, sino que se hacen casi con satisfacción.            El verbo «picar» hace referencia al desasosiego del prurito o picazón que provoca la enfermedad,  como mismo las situaciones de incomodidad o fastidio lo hacen. Tiene un valor subliminal más profundo. El «picor» y la reacción de «rascarse» también pueden tener idiomáticamente un significado psíquico: «el que le pique que se rasque» o «el que se pica, porque ajos come»; es decir, el que se irrita, algún motivo tendrá.

            «Mortificar» se usa en Canarias generalmente como sinónimo de ‘molestar’, ‘incordiar’, ‘chinchar’ (esto es, expresa una molestia, pero en cierto sentido, menor). 

            Tanto en el español, en general, como en el español de Canarias, en particular, son varias las expresiones idiomáticas  que  recurren a fenómenos, reacciones o sensaciones físicas o corporales –ya lo hemos apuntado en otras ocasiones– relacionadas con la piel para referirse a realidades abstractas. Por ejemplo: la locución «dejarse la piel» en hacer algo, usada como hipérbole que describe un esfuerzo titánico; «ponérsele a alguien la carne (o la piel) de gallina» para describir los efectos de una fuerte emoción; o «sacarle a alguien la piel a tiras» que se usa en castellano para definir una situación de gran sufrimiento o padecimiento; o «sacarle el cuero a alguien», es decir, explotarlo de manera cruenta, aprovecharse de él abusivamente. «Cuero» se le llama en Canarias a la piel de los animales [por lo general del animal muerto: antiguamente, en los pueblos, había quien pasaba por las casas comprando cueros de cabra] y por  extensión, a la piel de las personas (vivas). 

            Otro dicho que se sitúa en los confines del aquí comentado y que se puede escuchar en las islas es el que amonesta: «quien elige mal por gusto, al infierno a quejarse» (o «quien por gusto padece, que vaya al infierno a quejarse») que  nos recuerda que somos responsables de nuestras acciones, positivas y negativas, puesto que el libre albedrio es consustancial a la humana condición, así que si la situación que padecemos es buscada y querida, no tenemos derecho a lamentarnos. En tal sentido y en determinados contextos puede ser afín a aquella otra que sugiere «ir a reclamar al maestro armero», por cuanto no sirve de nada lamentarse.             Existe otra variante del dicho que dice así:  «sarna con gusto no pica y, si pica, no mortifica». Pero en definitiva, la expresión «sarna con gusto no pica, pero/aunque mortifica», acude a la metáfora de la enfermedad (la sarna) para expresar una situación que, si bien generalmente puede resultar  dura y desapacible, cuando esta es deseada y elegida, nos resulta más soportable… Aunque a veces mortifique.