Millo a millo, la gallina llena el buche

En el juego del envite, cuando uno de los equipos queda rezagado y en tanto va rayando millos, uno a unopor estar el otro en tumbo, esto es, bregando por ganar la mano decisiva para ver quien se lleva el chico, se dice que “está engordando pa(ra) morir”, que “el cochino se mata gordo” o una serie de expresiones similares. A lo que se suele replicar: «millo a millo, la gallina llena el buche». Es decir, poquito a poco, “rayándose un millo detrás de otro” es como se gana la partida. Con tesón y constancia.

 La importancia cultural y simbólica de los juegos de naipes en Canarias se constata por la existencia de una rica fraseología que gira en torno al envite, la zanga o el subasta(d)o, por citar tres juegos de amplia difusión en las islas. Léxico que en ocasiones ha trascendido del ambiente lúdico del que proviene para incorporarse como expresiones idiomáticas de uso general.  Es el caso de las locuciones: “arráyate un millo”, “barrer por sota y malilla” o “hacer majo y limpio” que han encontrado fácil acomodo entre los modismos de uso corriente, pasando de la concreción del juego a la generalización del uso en la vida cotidiana. 

El dicho “millo a millo, la gallina llena el buche” parece encomiar las virtudes de la perseverancia, la acumulación y el ahorro.  Generalmente se interpreta como recomendación a guardar lo que se gana, aunque sean pequeñas porciones o cantidades, pues con el tiempo puede ser que poseamos en abundancia o llegar a hacernos ricos. Esta frase aforística sería la versión insular de lo que parece ser un dicho universal cuyo enunciado en castellano es: “grano a grano hincha la gallina el papo” y del cual constatamos distintas versiones en otras lenguas. [En portugués: “Grão a grão, enche a galinha o papo”; en italiano: “A granelli il galletto si riempe il gozzo”; en francés: “Grain à grain, la poule emplit son ventre”; en inglés: “Grain by grain and the hen fills her belly”; e incluso en ruso y en alemán, entre otros idiomas]. Su carácter universal lo pone en relación con 

los referentes simbólicos que conforman esta expresión fabulada.

 El grano, en general, es símbolo universal de fertilidad, acumulación e incluso de prosperidad.  Casi todos los granos tienen el mismo sentido y aparecen en la simbología como «representaciones espermáticas» (como mismo sugiere su etimología, del latín: sperma, y este del griego: spérma; propiamente ‘semilla’; o más claramente en ‘semen’ y sus derivativos: ‘simiente’, ‘inseminar’, etcétera; siendo el grano la semilla del cereal). 

Los elementos simbólicos de la expresión podemos observarlos en figuras precisas de otras culturas. El folklore de muchos pueblos europeos conserva los arquetipos de Perséfone y Deméter –procedentes de la mitología griega– bajo las figuras de la «Doncella de la cosecha» y de la «Madre del grano», respectivamente. Lo que deja entrever la idea de fecundidad en estas figuras femeninas. 

En cuanto al millo/maíz, en algunas manifestaciones del Perú –como cultura significativa entre los pueblos andinos y amerindios que mantienen este cereal en la base de su alimentación– visualizan la idea de fertilidad por medio de una figura ritual que representan en forma de mujer, y a la cual llaman la «Madre del maíz». 

El recurso al verbo “llenar” (el buche o el papo: bolsa en la que estas aves acumulan el alimento previo al inicio del proceso digestivo) sugiere la idea de saciar, pero también de “llenar el granero”, de “almacenar la cosecha”, lo que casa con la noción de acumulación de excedentes propios de las sociedades agrícolas; y por ende, puede ser señal de satisfacción y bienestar. El hecho de que las gallinas puedan poner muchos huevos a lo largo de la jornada, las ha hecho merecedoras desde antiguo de asumir un símbolo de fecundidad y creación. 

Como antónimo de la expresión localizamos esta otra que dice: «Cuando el amo cierra el puño, la gallina cierra el culo» que se usa en algunas islas para significar que cuando no se invierten los recursos necesarios para producir, no se pueden esperar obtener buenos resultados. En otras palabras: hay que dar de comer a las gallinas para que estas pongan huevos. O en un sentido más trascendente: cuando no se es generoso con los demás, la vida deja de serlo con nosotros. Por su parte, entre los dichos afines al comentado podemos mencionar el refrán castellano que reza: “gota a gota, se llena la bota” que se usa para alentar a que con la constancia y el esfuerzo diario se puede obtener lo que se pretende.